viernes, 4 de mayo de 2012

Epílogo


Ya lo sé: sería presuntuoso tomarse por un Galileo y afirmar que todos los otros van en dirección contraria, que la tierra es redonda y no plana, esto es, en este caso, que la actual crisis en absoluto la ha causado un exceso de consumo y gasto público sino, por el contrario, un exceso de ahorro.
Por suerte no soy, ni de lejos, el único que lo dice. Por eso un epílogo para resumir lo que vengo diciendo desde hace unos meses.
Porque la tierra es redonda y la economía también, y globalmente no es posible consumir más de lo que se produce. Por el contrario, consumir menos de lo que se ha producido, esto es un ahorro no empleado por nadie, inmediatamente supone que se generen stocks y, acto seguido, que se disminuya la producción y la ocupación.
Había tanto ahorro que aquí nos lo ofrecían regalado para construir no importaba que. Y nosotros, buenos muchachos y un tanto estúpidos, se lo cogíamos: ya no sólo les comprábamos todo lo que nos querían vender, incluidos tanques y aviones de guerra, sino que también nos comprometíamos a hacer rentable unos ahorros para los que no tenían mejor alternativa. ¿De qué, sino, nos los habrían dejado?
A la economía no le preocupa quién consuma, o invierta, mientras se agote todo lo que se ha producido; ahora bien, quién menos dinero tiene, más proporción dedica a consumir, y, por el contrario, quien más tiene más ahorrará. Así, la colosal concentración de riqueza en muy pocas manos, desde que Bush casi eliminara los impuestos de los ricos en los EE.UU., y Merkel deprimiera los salarios en Alemania e inundara Europa con sus productos, ha supuesto un volumen de ahorro igualmente colosal. Incremento del ahorro y depresión del consumo; en todo caso, inversión a crédito en inmuebles.
Ahorro de unos, deuda de otros!
Y ahora, pobres ricos, no saben en qué más gastarlo ni dónde más invertirlo porque huy, quizás he dejado demasiado y ahora no sé si me lo podrán devolver. Y entonces la gran idea: austeridad! Para garantizar que se podrán devolver las deudas, los Estados se tienen que hacer cargo y, para hacerlo, tienen que disminuir las prestaciones sociales. Es decir, todavía menos consumo, menos ocupación... Y claro, ahora ya no hay tanto ahorro porque la economía se ha encogido y ha dejado a más de veinte millones de personas sin poder ganarse la vida, esto es sin derecho a la vida. Brillante, muy brillante señora Merkel y toda tu colección de acólitos, incluidos un buen número de economistas!

Pues como el origen no ha sido demasiado consumo, sino demasiado ahorro, la solución será la contraria: equilibrar la distribución de la renta para que aumente el consumo y, de paso, se puedan pagar las deudas.
Así salieron los EE.UU. de la crisis del 29, y lo están haciendo de la actual; Europa, en cambio, probó otra vía en los años 30: se llamaba Adolf y proponía un consumo colosal en armamento. ¿Esto es el que queremos? Porque a la economía le es igual mientras se consuma todo, ya sea en fuegos de artificio o en guerras.

Esto en cuanto a la crisis global; porque si ahora bajamos a Europa es evidente que el marco, la moneda alemana, sería hoy en día mucho más cara que no lo es el euro, es decir, el euro conviene a Alemania y no a la periferia; es así desde que se creó, desde que se hizo una ficción de unión que no iba más allá de una moneda que beneficiaba a las economías más productivas y empobrecía a las que menos: Portugal, Irlanda, Grecia, España.

Encima hacían broma y nos llamaban PIGS! Qué gracia!
Pues si la solución económica global pasa por una mejor distribución de la renta y un mayor consumo, esto es que todo el mundo pueda consumir razonablemente, la de Europa pasa por hacer más Europa: de las regiones, diluyendo los Estados, con unas pensiones y una seguridad social federales, un banco central que no sea el lobby de los banqueros, una deuda pública europea...
O más Europa o acabar con el euro, una moneda que horas no es sino una condena para los periféricos.
Y al igual España: la solución no es bajar salarios, sinó aumentar productividad vía tecnologia, I+D y formación; ni tampoco es centralizar de nuevo, sino descentralizar más y cerrar de una vez unos ministerios mastodónticos e inútiles, una capitalidad impostada y unas redes radiales sin sentido. Porque, recordémoslo: España no tenía déficit antes de una crisis fruto de una unión económica exclusivamente moentaria, ni su deuda pública era, a pesar de demasiado AVE pasando por Madrid y muy pocas cercanías, de las mayores de la Europa sin PIGS.
Mejor distribución de la renta y más Europa federal, o esperar un Adolf.
Si, ya sé que parece que voy en dirección contraria...