viernes, 27 de septiembre de 2013

Pirro y Midas

Ayer en la radio me pedían resumir en una frase esta crisis. Dije que estaba siendo una victoria pírrica de la plutocracia, pues a pesar de que el egipcio Pirro se quejaba de sus propias bajas en la batalla , convirtiendo la aparente victoria en derrota de todos, yo hablo de victoria pírrica porque esta plutocracia inmensamente rica no puede sino inflar burbujas donde derrochar su riqueza . Es decir, empobrecer a los demás para terminar empobreciéndose.

Porque una vez arruinada la ciudadanía toda , ninguna inversión productiva para satisfacerla tiene sentido. ¿Quien comparará sus productos para hacer rentable la inversión ? Los plutócratas pueden, eso sí, consumir ellos mismos como nunca antes, algo que de hecho ya está pasando, pero aún así, un 10% de la población no puede de ninguna manera consumir el 50% de la producción total, a no ser que decidan hacer algún tipo de pirámide donde enterrar sus despojos .
Pero ni eso no hacen. El miedo a mañana y la codicia hacen que atesoren inútilmente su riqueza a la espera de una oportunidad de inversión que les permita creer que la aumentarán. Y así que aparezca inflarán un burbuja donde acabarán derrochándo-la.
La condena a la avaricia de Midas consistía en el hecho de que al convertir en oro todo lo que tocaba, ya no podía disfrutarlo; no podía disfrutar las chicas que deseaba ni las comidas que necesitaba. Todo oro, duro e inerte. Y aún así hay quien sueña en llegar a ser como Midas. Hasta hemos olvidado su significado y hemos pasado a considerar una bendición llegar a serlo .
La desgracia de leer nuestra historia reside en ver cómo se repite. Si queremos saber el futuro, sólo hay que mirar atrás. Sin necesidad de saber el guión la repetimos una y otra vez. ¿Y por qué no? Toda generación tiene que subir al escenario a representarla y el papel de cada uno lo llevamos escrito en nuestras genes.
Y si eres ignorante, encima tienes la gran suerte de ver un final que te sorprende! Y si no lo eres, la desgracia de comprobar que el final ya lo sabías .
Volviendo a la tertulia de la radio, mi oponente insistía en alertar del fin del euro como una catástrofe sin precedentes. Pese a ser ilustrado olvidaba que igual se decía del patrón oro, durante el primer tercio del siglo XX, y que el intento de mantenerlo acabó como el rosario de la aurora. Como acabará pasando con el euro. Como de hecho ya ha pasado. ¿O quizás no es un drama que haya 120 millones de pobres en Europa y un 27 % de nuestros niños presenten signos de desnutrición ?
Pues eso , una victoria pírrica de la plutocracia !

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