sábado, 19 de noviembre de 2011

Votar y a quién votar no es la (única) cuestión

Para quienes no pudimos votar durante años, poder hacerlo es importante; pero lo es mucho más qué haremos unos y otros el dia siguiente y el otro.


Ahora el péndulo irá hacia la derehca y pasaremos, de gastar demasiado, a demasiado poco. ¿Invevitable? El ahorro por fuerza: nadie pueder vivir permanentmente a crédito; el movimiento pendular ojalá que se detenga: no negaré la bondad del cambio, pero éste no puede limitarse a hacer lo contrario. Mientras sea haga así bajará la participación: ¿encima qué queréis, nuestra complicidad?

Que baje la participación es grave, pero más me lo parece pensar, creer o hacer como si nuestra responsabilidad social se agotara en elegir a quien nos mande i entonces delegarlo todo en éste, sea quien sea: un reyecito al dia siguiente corornarlo que, ni queirendo, no podrá hacer lo que quieres tu y, al tiempo, lo que quiere aquel y el otro.

Asó nos ha ido: delegábamos con el voto y al día siguiente esperábamos sacar mucho y poner muy poco en el pote común.

Siempre es bueno que la administración cambie, lo es mucho más que lo hagan los administrados: esperemos menos y demandémonos más! Ningún monopolio es bueno, tampoco el de la gestión de lo que es público y común por unos pocos partidos políticos.

Fórums, ateneos, escuelas, asociaciones, barrio, empresa...; la democracia no consiste en votar una vez cada cuatro años: es trabajo de cada dia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario