A la derecha de este blog destaco dos con los que intersecciona: el de Xavier Ferrás, amigo y director de innovación de la Generalitat; y el de Vicenç Navarro, economista prolífico y profesor universitario. ¿Cara i cruz de una misma moneda?
El de Xavier Ferrás suele ser un canto a la innovación orientada a la
diferenciación de producto, y suele tener nombres propios de individuos que han
logrado el éxito empresarial con el desarrollo de nuevos productos innovadores:
los nombres detrás de marcas como por ejemplo Apple, Facebook y Google, los
cuales, poco o mucho, han cambiado nuestras vidas. Así pues, personas que han
triunfado individualmente y han extendido los beneficios de su triunfo entre
millones: los trabajadores a quienes han dado trabajo, directa e indirectamente,
y los consumidores a quienes han mejorado la vida —por cuanto han elegido sus
productos, será que estos les benefician.
El de Vicenç Navarro analiza la otra cara: el juego sistémico social, los efectos de decisiones políticas y económicas equivocadas o interesadas que igualmente afectan, pero negativamente, a más millones de personas, y detrás de las cuales también hay nombres propios de individuos cuyos méritos suelen estar lejos de haber beneficiado nunca a nadie; más bien al contrario, dirigen la economía de uno o más países después de haber sido directivos de corporaciones que han engañado (GS) o estafado (LB) a la población.
Paradójicamente, los primeros sirven de coartada a estos segundos que atribuyen el éxito de aquellos al terreno de juego que ellos preparan: el libre mercado como sancta santorum donde tienen lugar todos los prodigios de la humanidad i que ellos manipulan en beneficio propio.
El de Vicenç Navarro analiza la otra cara: el juego sistémico social, los efectos de decisiones políticas y económicas equivocadas o interesadas que igualmente afectan, pero negativamente, a más millones de personas, y detrás de las cuales también hay nombres propios de individuos cuyos méritos suelen estar lejos de haber beneficiado nunca a nadie; más bien al contrario, dirigen la economía de uno o más países después de haber sido directivos de corporaciones que han engañado (GS) o estafado (LB) a la población.
Paradójicamente, los primeros sirven de coartada a estos segundos que atribuyen el éxito de aquellos al terreno de juego que ellos preparan: el libre mercado como sancta santorum donde tienen lugar todos los prodigios de la humanidad i que ellos manipulan en beneficio propio.
No está escrito que la vida en comunidad tenga que ser como una gran lotería donde unos muchos tengan que perder a la fuerza para que otros pocos ganen. No tiene que ser así obligatoriamente. O el menos así lo creo. Más bien, y empleando a Cipolla, hay entre nosotros demasiados bandidos que no ganan sino aquello que le sacan a un montón de desgraciados, y hay de inteligentes que ganan haciendo ganar a los otros.
Podríamos decir que Navarro habla y nos alterta de los bandidos y Ferrás habla y fomenta el comportamiento inteligente, y el bienestar general depende de sí son mayoría los unos o los otros. Y esto puede depender de nosotros, que si a veces somos desgraciados por culpa de unos bandidos, otras muchas somos estúpidos que dejamos que mande quién nos hará perder a todos.
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